Pero, al correr del tiempo, un milagro ocurrió, la noche la buscó, la besó dulcemente con el fresco perfume de su brisa, y la acarició, suave, con su tierna melodía; al fin supo la luz de día lo que era ser amada por la noche, e irremediablemente entregó su alma a ese ser que tanto amaba.
Y quizá sería la única vez en que el sol podría fundirse con la luna, pero la luz de día al fin pudo florecer en su esplendor, porque al fin fue amada, aunque haya sido sólo una noche.
¿Cuando volverá a verse el próximo eclipse de luna?
Cuando nuevamente unos "ojos brujos" decidan abrirce y contemplarla!
ResponderEliminarInteresante ...transportarse a lo que dice aqui
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