“Una tarde cualquiera usted apareció en mi vida y fueron noches de conversaciones, de risas, de confidencias, de revivir emociones, de estrenar sensaciones, de llorar de pura ternura, de volver a creer.”
“Después cuando creí que eso no pasaría de ahí, me perdí en su mirada; por primera vez vi mi reflejo en esos ojos y nunca, nunca me sentí más deseada, ni más bonita. Ahora sé que de todas las sensaciones que me estremecieron el alma, la que conservaré por siempre en mi memoria es esa forma de acariciar con la mirada que usted tiene.”
- COOS
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