Y de pronto la vida te detiene, te sienta porque quiere hablar contigo, porque no le has hecho caso.
Y te habla, te recuerda cosas que tal vez habías olvidado. Y te abraza, y en ese abrazo
te hace recordar que tan solo has venido a vivir, no a luchar, no a salvar, no a pagar ninguna deuda.
Solo a vivir...
Divino tu poema!
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