Un barbero le decía a su cliente mientras le recortaba el pelo:
- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
- Pero, ¿por qué dice usted eso? - pregunta el cliente.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O... dígame, ¿acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y, recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.
- ¿Sabe una cosa? ¡Los barberos no existen!
- ¿Cómo que no existen? - pregunta el barbero - Si aquí estoy yo y soy barbero.
- ¡No! - dijo el cliente - no existen, porque si existieran barberos no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
- ¡Exacto! - dijo el cliente - Lo mismo ocurre con Dios. Las personas no van a Dios y por eso hay tanto dolor y miseria.
2 comentarios:
Me ha gustado el relato, aunque tiene otra lectura posible y es que Dios no fuera todopoderoso: un barbero no puede afeitar a toda la humanidad (no es todopoderoso) ¿ocurre lo mismo con Dios?
Muchas dudas y reflexiones las que me inspira este texto.
Un saludo y buen relato.
Javier, cuando no queremos ver lo extraordinario, no lo vemos. La biblia dice "Pedi y se os dara", pero si no quieres, pues no ves... Dime una cosa, ¿Tu crees que el cerebro del hombre , con toda su complejidad, fue creado de una misera celula que emergio del agua, ? ¿De donde salio esa celula? Nadie sabe, solo hay una respuesta logica posible.. Fue creada...
Publicar un comentario