Como ustedes saben, yo no soy tan viejo. Y aunque me encanta cuando podianos correr por el vecindario sin miedo, me encantaría volver a tener ciertas cosas del pasado sin tener que renunciar a muchos de los gadgets y las conveniencias de esta epoca. Por cierto, apoyo las iniciativas de "lo verde".
Pagando en el supermercado hace poco, la joven cajera me sugirió traer mis propias bolsas, porque las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente. Le pedí disculpas y le conteste: "Nosotros no teníamos esa cosa verde en mis tiempos."
La cajera respondió: "Ese es nuestro problema hoy en día. Su generación no le importaba lo suficiente como para cuidar el medio ambiente para las generaciones futuras."
Ella tenía razón en una cosa: nuestra generación no tuvo la cosa verde en nuestros días. ¿Qué teníamos entonces? Después de una reflexión y examen de conciencia mirando décadas atrás, esto es lo que me acordé de lo que teníamos entonces.
En aquel entonces, devolvía las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las botellas de cerveza a la tienda. La tienda los enviaba de vuelta a la planta para ser lavados y esterilizados y volverlos a llenar, por lo que podrían utilizar las mismas botellas en varias ocasiones. Así realmente se recicla. Pero no teníamos la cosa verde en nuestros días.
Subíamos las escaleras, porque no teníamos escaleras eléctricas en todas las tiendas y edificios de oficinas. Íbamos a la tienda de comestibles y no nos montábamos en una máquina de 300 caballos de fuerza para ir a solo dos cuadras. Pero ella tenía razón. No teníamos la cosa verde en nuestros días.
En aquel entonces, lavábamos los pañales de bebe, porque no creianos en la idea de usar y tirar. Secábamos la ropa en un cordón o tendedero al sol, no en una máquina que quema y devora energía a 240 vatios. La energía eólica y solar era la que realmente secaba la ropa en nuestra época. Los niños usaban la ropa de sus hermanos o hermanas, la ropa no siempre era nueva. Pero esa joven tiene razón. No teníamos la cosa verde en nuestros días.
En aquel entonces, teníamos un solo televisor o una radio en casa y no un televisor en cada habitación. Y la televisión tenía una pequeña pantalla del tamaño de un pañuelo, ¿lo recuerdan?. Y no una pantalla del tamaño de un estadio. En la cocina, mezclábamos y batíamos a mano, porque no teníamos las máquinas eléctricas que hacen todo por nosotros. Cuando se envasa un artículo frágil para enviar por correo, utilizábamos periódicos viejos arrugados para protegerlo, y no espuma de poliestireno o plástico de burbujas de plástico.
En aquel entonces, no teníamos que encender un motor de gasolina y quemar petroleo sólo para cortar el césped. Se utilizaba una máquina manual que se movía con la fuerza humana. Hacíamos ejercicio al trabajar, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr en cintas que operan con electricidad. Pero ella tiene razón. No teníamos la cosa verde en ese entonces.
Bebimos de una fuente de agua cuando teníamos sed en vez de usar un vaso o una botella de plástico cada vez que queríamos beber un poco de agua. Rellenábamos los bolígrafos con tinta en lugar de comprar un lápiz nuevo, y sustituíamos las hojas de afeitar de una maquinilla de afeitar en lugar de desechar toda la maquinilla solo porque la hoja ha perdido su filo. Pero no teníamos la cosa verde en ese entonces.
En aquel entonces, la gente iba en autobús, y los niños montaban sus bicicletas para ir a la escuela o caminar en lugar de recurrir a sus madres como taxi las 24 horas. Teníamos un solo toma de corriente eléctrico en una habitación, no un banco completo de tomas para alimentar una docena de aparatos. Y no teníamos la necesidad de un aparato para recibir una señal emitida desde satélites a 2.000 millas en el espacio a fin de encontrar la pizzería más cercana.
¿Pero no es triste que la actual generación se lamenta de cómo nosotros, los viejos desperdiciamos sólo porque no teníamos la cosa verde en aquel entonces?
Texto original en ingles: The Green Thing...
Checking out at the supermarket recently, the young cashier suggested I should bring my own bags because plastic bags weren’t good for the environment. I apologized and explained, “We didn’t have this green thing back in my earlier days.”
The clerk responded, “That’s our problem today. Your generation did not care enough to save our environment for future generations.”
She was right about one thing–our generation didn’t have the green thing in “our” day. So what did we have back then? After some reflection and soul-searching on “our” day, here’s what I remembered we did have….
Back then, we returned milk bottles, pop bottles, and beer bottles to the store. The store sent them back to the plant to be washed and sterilized and refilled, so it could use the same bottles repeatedly. So they really were recycled. But we didn’t have the green thing back in our day.
We walked up stairs, because we didn’t have an escalator in every store and office building. We walked to the grocery store and didn’t climb into a 300-horsepower machine every time we had to go two blocks. But she was right. We didn’t have the green thing in our day.
Back then, we washed the baby’s nappies because we didn’t have the throw-away kind. We dried clothes on a line, not in an energy gobbling machine burning up 240 volts. Wind and solar power really did dry our clothes back in our early days. Kids got hand-me-down clothes from their brothers or sisters, not always brand-new clothing. But that young lady is right. We didn’t have the green thing back in our day.
Back then, we had one TV, or radio, in the house— not a TV in every room. And the TV had a small screen the size of a handkerchief (remember them?), not a screen the size of a stadium. In the kitchen, we blended and stirred by hand because we didn’t have electric machines to do everything for us. When we packaged a fragile item to send in the mail, we used wadded up old newspapers to cushion it, not Styrofoam or plastic bubble wrap.
Back then, we didn’t fire up an engine and burn petrol just to cut the lawn. We used a push mower that ran on human power. We exercised by working so we didn’t need to go to a health club to run on treadmills that operate on electricity. But she’s right. We didn’t have the green thing back then.
We drank from a water fountain when we were thirsty instead of using a cup or a plastic bottle every time we had a drink of water. We refilled writing pens with ink instead of buying a new pen, and we replaced the razor blades in a razor instead of throwing away the whole razor just because the blade got dull. But we didn’t have the green thing back then.
Back then, people took the bus, and kids rode their bikes to school or walked instead of turning their mums into a 24-hour taxi service. We had one electrical outlet in a room, not an entire bank of sockets to power a dozen appliances. And we didn’t need a computerized gadget to receive a signal beamed from satellites 2,000 miles out in space in order to find the nearest pizza joint.
But isn’t it sad the current generation laments how wasteful we old folks were just because we didn’t have the green thing back then?
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