Aprendí muchas experiencias con pequeñas y sabias palabras. Nada es para siempre, fue lo que entendí. Siempre tuve miedo a fallar, aún lo tengo. No me refiero a que tenga miedo a intentar, porque no lo tengo, sólo fallar, ese es mi temor.
Pero a pesar de las heridas y desilusiones, prefiero intentarlo que nunca saber lo que hubiese pasado.
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