Cantabria, España - En los últimos tiempos abundan los robos de cobre, de pisos, de autos,pero, ¿De una carretera? Pues sí. Exactamente eso es lo que ha pasado en el municipio de Miengo, en Cantabria, que se han llevado una carretera. Literalmente y no es una broma. Y si no que se lo pregunten al alcalde, Avelino Cuartas. "Sabía que se podían robar muchas cosas, pero no una carretera. Con esto he aprendido que el asfalto también se puede sustraer", aseguraba visiblemente asombrado.
El tramo sustraído, en la calle Mies del Mar, a la altura del número 704, en Mogro, había sido recientemente asfaltado. Es un pequeño vial con una superficie de unos 150 metros cuadrados (50 de largo por tres de ancho) y se trata de una servidumbre de acceso a la Playuca de Mogro así como a varias fincas, mantenido por el Ayuntamiento desde tiempos inmemoriales y habitualmente transitada por tractores y viandantes.
El alcalde piensa que el robo se cometió el miércoles 15 o el jueves 16 de marzo. "El martes 15 fui a revisar la evolución de las obras de reparación y mantenimiento del camino y estaba todo correcto", explicó. Dos días después, llegó su asombro ante unos hechos que le han amargado todo el fin de semana. "El viernes volví a dar un paseo y ya estaba levantado. Ha tenido ser el miércoles o el jueves, que hizo malo y llovió bastante".
El ladrón o ladrones no han dejado rastro de este hecho insólito. Ni un solo resto del aglomerado levantado. Únicamente unas piedras, arcilla y tierra atestigua que algo raro ha sucedido en un paraje calificado por el alcalde de belleza natural.
Pero nadie ha visto nada, una lástima, porque ver cómo se llevan una carretera seguro que tiene que ser curioso, o no quiere decirlo. Sólo un vecino habla de un pequeño camión con una minipala el día 16. La lástima es que pensaba que eran trabajadores de la obra y no hizo nada, se lamenta.
"Todo lo que ha pasado es difícil de explicar. Cuando se lo he contado a mi círculo cercano y a los miembros del equipo de Gobierno, pensaban que estaba de broma. Pero no, es algo que ha sucedido realmente", afirma el alcalde, que recuerda con preocupación otro hecho delictivo sucedido en Miengo en diciembre, cuando un hombre, ya arrestado, se llevó material de cobre de un centro de transformación eléctrica y causó daños en la instalación por un valor total de unos 12.000 euros.
"Es una pataleta sin sentido de algún vecino, posiblemente, descontento con la obra", cree el alcalde. "De ser así, no entendería su actitud, porque cuando necesitan el más mínimo arreglo no dudan en avisarnos".
De momento, a la espera de que la investigación abierta aclare lo sucedido, parte de los 14.750 euros que costó la obra se han perdido. "Ya he dado la orden de que se reasfalte. Esperemos que esta vez sea la definitiva", finalizo el alcalde.
Espero que los de Puerto Rico no cojan ejemplo de estos, porque ya con los cráteres que hay en las carreteras puertorriqueñas basta para que se pongan a robarse el asfalto.
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