Cuando abro los ojos cada mañana siento de verdad unas ganas de "comerme el mundo", con unas fuerzas regeneradas, nuevas. Las salidas del sol parecen que son muy alentadoras, con ellas, creo que te llenas de energías nuevas, comienzas a pensar nuevamente en que este día sera el "día de tu suerte", el día en que por fin se acabara todo dolor y llegara a ti la bonanza, la alegría y te sentirás muy a gusto, bien contigo mismo, con tu familia y con el mundo.
Pero al pasar del reloj todo esto se va haciendo más efímero, pues ves como minuto a minuto, segundo a segundo, sigues estando en las mismas, sintiendo los mismos dolores, sin llamadas al teléfono, ni para saber quien eres tu el de la aplicación de trabajo que llenaste, ni darte aunque sea una oportunidad de ver tu cara. Me siento como si no existiera, cada vez mas solo y que no sirvió tanto sacrificio ni tanto estudio.
Ya cuando llega la noche te pones a pensar que tienes o tenias todo y ahora no tienes nada y es que aunque te has esforzado para darlo todo, ahora te ves sin un poco de algo. Y piensas en la gente que te quiere y que te ha apoyado en los últimos años y sientes que las has defraudado, pues en vez de caminar solo y poder hacer tu propia historia, estas encallado en un camino sin salida.
En ese momento tratas bajo cualquier medio el no dormir por temor a no tener fuerzas para levantarte al otro día. No puedo dejar de sentirme como si la vida o el destino me diera todo a cuenta gotas o por fascículos o partes, y a veces como si me restara y no sumara.
Solo me queda el deseo de que al próximo despertar mi vida cambie, vuelva encarrilar donde la deje hace 10 años, vuelva a ser el Ángel, que era, aquel que nunca dijo "no puedo", aquel que siempre seguía adelante, seguía corriendo pensando que el solo podría salir adelante, y así seguir creyendo que soy en gran parte mas que dichoso, en fin feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario