Es extraño como suceden las cosas. Hace unas semanas me dieron un buen golpe y no sabia si iba a poder reponerme. Y hoy puedo decir que quizás el golpe lo sentirá quien me lo dio. Pues mi vida ha dado un giro de 180 grados.
Parece ser verdad aquello que dice que para recibir algo bueno primero debe ser vaciada tus manos. Es curioso, pero me sigue jalando el lugar del que una vez partí, ¿casualidad?, no se, tiempo al tiempo...
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