Te digo adiós, y acaso con esta despedida mi más hermoso sueño muere dentro de mí. Pero te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.
Ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde, ni el sueño que se desvanece cuando amas y no eres correspondido.
Quisiera despertarme y tenerte a mi lado y así no sentirme golpeado por un anhelo que sabe a traición cuando sueño contigo y despierto recordando tu adiós.
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