Cuantas veces hemos tenido que hacer fila o esperar en una oficina a que nos atiendan.
Nos desesperamos al llegar y ver que somos los últimos pero cuando llega otra persona detrás de nosotros nos sentimos menos mal pues otro esta en un puesto peor que el de nosotros. Y cuando vemos que faltan 10 miramos el reloj cada minuto y pensamos en el tiempo que llevamos esperando.
Pero cuando vemos que faltan 5, o quizás faltan, 4, 3 y ya cuando vemos que solo falta uno antes que tu, ya el tiempo que ha pasado deja de preocuparnos, ya no pensamos en cuanto tiempo llevamos, es mas hasta disfrutamos sabiendo que somos el próximo y nos da un subidon de adrenalina.
En la vida siempre tenemos que esperar y algunas veces la espera puede parecer eterna, pero no nos damos cuenta que aveces la espera ha sido culpa de nosotros mismos pues no hemos sabido actuar a tiempo. Si hubiéramos llegado mas temprano a la cita, quizás en vez de ser el 20 serianos el 5.
Y así con otras cosas, cuando tenemos problemas nos desesperamos pero no tomamos ninguna acción, nada mas gritamos, pataleamos y peleamos con el que tenemos cerca, pero nos quedamos esperando que se arreglen las cosas por si mismas, o peor aun, que otros nos arreglen los problemas.
Se que hay cosas que quizás no podamos resolver nosotros o no podamos resolver en el momento, pero muchas veces nos acomodamos.
Es como cuando dicen que va a llover y no nos preocupamos a cargar con un paraguas o sombrilla, hasta cuando nos damos cuenta que nos están cayendo las primeras gotas y es así que hasta no nos enchumbamos o mojamos toda la ropa completamente, no nos importa, son solo gotas, entonces ya para que nos sirve el paraguas.
Y peor aun es cuando tenemos la solución a nuestros problemas en las propias narices y no nos atrevemos a dar el primer paso. Eso si que da lastima, ver como personas no pueden tomar una simple decisión por el que dirán o por no querer ser el que tome la decisión. Y seguimos esperando que se resuelva por si solo.
Son tantas las veces que dejamos pasar un amor, una oportunidad, un trabajo, la guagua y muchas otras cosas mas por no atrevernos a dar un paso al frente.
Nos callamos, no tenemos el coraje de enfrentar una situación y después solo nos queda el contemplar cuando la oportunidad a pasado pues no reconocemos la oportunidad hasta que pasa por nuestro lado y la dejamos ir.
Por eso no esperes que lleguen las circunstancias ideales ni la mejor ocasión para actuar, porque tal vez no lleguen nunca.
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