jueves, 18 de noviembre de 2010

Cuando el amor toca a tu puerta

Mucha gente habla del amor, el sufrimiento y las consecuencias de enamorarse. Se dice que el enamorarse es lo mas bello que le puede pasar a una persona. Es el sentimiento mas bello que guarda el hombre y la mujer en su corazón y que da a quien quiere y quizás a quien no se lo merezca. Pero también es el sentimiento mas sufrido, que mas causa dolor y lagrimas. ¿Cuántas veces hemos llorado por un amor perdido, un amor imposible o un amor que nos ha dado la espalda? Son tantas las veces que hemos llorado y sufrido que hemos perdido la cuenta, pero cuantas alegrías en medio de cada lagrima.

Cuando el amor toca tu corazón, y dejas la puerta abierta y entra, no sale de la misma manera, pues a veces se convierte en odio, desilusión y pena. Algunos cerramos nuestro corazón y otros lo dejan en estado latente, dormido esperando que otro amor llegue, entre y arregle lo que ha sido roto y tome ese lugar que había sido abandonado. Porque el amor es como la sabia de los arboles, es lo que nos da vida, lo que da aroma y fuerza a nuestros días.

Cuando amamos y entregamos parte de nuestro corazón y alma sin esperar nada a cambio, solamente que nos amen mas o igual, y cuando recibimos la parte que nos entrega la otra persona, la tratamos de acomodar en nuestro corazón llenando el pedazo que hemos entregado. Cuando ese pedazo se queda en nosotros y creze no tenemos problemas, pero cuando debes arrancarlo de tu vida por una desilusión o amor, quedan cicatrices que afean nuestras vidas y nos hace endurecer nuestros corazones. Cerramos la puerta y pensamos que el amor no es para nosotros, y cuando llega una persona que realmente quiere hacernos feliz, no abrimos la puerta por temor a volver a ser heridos, quedándonos tristes y sin saber que hubiese pasado si hubiesemos atendido esa llamada de amor.

Otras veces abrimos la puerta y llega una persona que no esperabas y sientes muy dentro de ti que era la persona que estabas esperando toda tu vida. Te hace sonreír, te hace suspirar y dejas de llorar. Y te preguntas si estas soñando y que es imposible sentir tanta felicidad después de haber saboreado tanta amargura. Y sientes que las estrellas y la luna brillan mas y ries sin parar sin ninguna razón aparente, entonces sientes tanto amor en tu ser que crees que vas a explotar.

Solo puedo decirte que si el amor toca tu puerta, no trates de luchar, combatir y reprimirte pues si permites que el amor llene todo, sentiras como toca cada esquina y lugar, como te envuelve iluminando todo, porque sentiras como te dara vida y la llenara del dulce néctar y aroma de la felicidad.

Aunque sientas que te han roto el corazón muchas veces y que sigues amándole con cada uno de los pedacitos que han sobrado y que no deseas volver a amar por temor a ser herido. Recuerda que hay alguien para ti esperando que quiere darte todo su amor…

Vive cada dia como si fuera el ultimo y si por accidente o casualidad logras ser feliz, no será casualidad ni accidente, pues dejastes la puerta abierta de tu corazón que si la hubieses tenido cerrada, nunca hubieras degustado si no te hubieras dado otra oportunidad.

He sido herido, pero he decidio ser feliz, no se cuantas desiluciones me faltan por pasar, cuantas veces mas romperan mi corazón, pero lo que he aprendido es que si no trato, y dejo pasar la oportunidad de subirme a ese tren, nunca lograre ser feliz. Y estoy decidido a que mis proximos 30 años sean los mejores de mi vida.

Comparto con ustedes este poema que me hicieron llegar:

Si el amor toca a tu puerta
no se la cierres por miedo
dejala siempre abierta
para un corazon sincero.
 
Si te han herido mil veces
no importa, vuelve a confiar
que el amor se lo merece
aunque nos haga llorar.
 
Si el amor toca a tu puerta
dale la bienvenida
dejale el alma abierta
para que cure la herida.
 
No digas no ya no quiero
no te cierres al amor
deja que otro dueño
ocupe tu corazon.
 
Ya veras como un dia
volveras a sonreir
el amor da alegrias
vive para ser feliz.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un Helado de Chocolate

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entro en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de el.

¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con mani (cacahuates)? - pregunto el niño.

Cincuenta centavos, respondió la mesera.

El niño saco su mano de su bolsillo y examino un número de monedas.

¿Cuanto cuesta el helado solo?, volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. 

Treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente. 

El niño volvió a contar las monedas.

Quiero el helado solo, dijo el niño.

La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño termino el helado, pago en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... su propina.

JAMÁS JUZGUES A ALGUIEN ANTES DE TIEMPO.

La Rosa

Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos.

Un dia se da cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo:

- Está bien, me voy si así lo quieres.

Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:

- Vaya que te ves mal. ¿Qué te ha pasado?

La rosa contestó:

- Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual.

El sapo solo contestó:

- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.


Para Pensar:

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos, más bellos o simplemente que no nos "sirven" para nada.

Todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. Dios no hace a alguien para que sobre en este mundo.

No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.

No hagamos acepción de personas, por su aspecto. Dios creo con el mismo amor a la rosa que al sapo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El saco de carbón

Un día, Jaimito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su padre, lo llamó y Jaimito, lo siguió, diciendo en forma irritada:

- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia!
- Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo.
- ¡Tengo ganas de matarlo!

Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:

- Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos.
- ¡No acepto eso!
- Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:

- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero?
- Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.

El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como el tendedero estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.

Cuando, el padre regresó y le preguntó:

- Hijo , ¿Como te sientes?

El hijo contesta:

- Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.

El padre tomó al niño de la mano y le dijo:

- Ven conmigo quiero mostrarte algo.

Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo.... ¡Qué susto! Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:

- Hijo, como pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros mismos.

Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.
Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.
Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.
Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.
Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá tu destino.

Aprende a escribir ...

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena:


¨MI MEJOR AMIGO ME DIO HOY UNA BOFETADA.¨

Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de recuperarse, escribió en una piedra:

¨MI MEJOR AMIGO HOY SALVO MI VIDA.¨

El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó:

¨¿Por que cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra? ¿Porqué?¨

El otro amigo le respondió:

¨Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo.¨

APRENDE A ESCRIBIR TUS HERIDAS EN LA ARENA Y GRABAR EN PIEDRA TUS VENTURAS.

TOMATE EL TIEMPO PARA VIVIR

martes, 2 de noviembre de 2010

El Alacrán

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.

El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:

"Perdone, ¡ Pero usted es terco ! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?".

El maestro respondió:

"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

Moraleja:

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad; otros la crean. Tenlo presente siempre. ¿Sencillo, no crees?

"Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y un razones por las cuales sonreír"
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