En mis turnos en el aeropuerto, me toca ser testigo de muchas situaciones, unas graciosas, unas serias y otras, pues, desagradables.
Hace unos días me toco presenciar algo muy gracioso y serio a la vez. Aterrizaba un avión 737, y mientras se dirigía al área de desembarque, nadie tenia claro que puerta le había sido asignada.
El piloto siguió hasta la próxima puerta, deteniéndose por unos minutos y debiendo hacer un giro de 180 grados. Ver semejante nave tan inmensa hacer ese giro fue emocionante, sentir el aire fuerte de las turbinas y su fuerte ruido, fue como ver a cámara lenta un auto hacer semejante movida, aunque a algunos conductores no se les da bien un auto pequeño, imagínate un 737.
Llego a la compuerta en la que estaba y el primero en bajar fue el capitán, enfurecido y despotricando, pues no había habido coordinación en tierra. Es como al que le hacen un "corte de pastelillo" en la carretera o al que le roban el estacionamiento en el centro comercial.
Como le habían hecho hacer semejante movimiento en un aparato de 60 millones, que no es un auto con reversa, ni una bicicleta. Pero para serles sincero, ese piloto tenia las alas muy bien puestas, pues no es lo mismo aparato de semejantes dimensiones y aparcarlo sobre las marcas, que un auto normal, y muchos pisan las rayas o toman 2 estacionamientos o se trepan en las aceras.
Hay tantas cosas que quiero contarte y otras muchas que quiero saber y descubrir.... Unas me las han contado, unas las he leído y otras, son experiencias y notas tomadas durante estos años.
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