La compañía productora más grande de refrescos decidió cambiar la lata durante cuatro meses para concienciar sobre los osos polares, una especie en peligro de extinción. Los mismos, han sido un elemento importante durante varios años en las campañas navideñas de Coca-Cola.
Uno pensaría que tras pasados fracasos, Coca-Cola no se atrevería a alterar su imagen, pero la triste situación de los osos polares convenció a la compañía a cambiarla, aparte de donar $3 millones al World Wildlife Fund en sus esfuerzos de conservación. El mensaje sin duda es uno admirable, pero puede que no haya quedado muy claro en la mente de los consumidores, a juicio de Nick Carbone, periodista de la publicación estadounidense Time.
El equipo de mercadeo de Coca-Cola quería una campaña impactante para captar la atención de los consumidores, según le dijo Scott Williamson, portavoz de la compañía, al Wall Street Journal. El cambio se ha prestado a confusión, el peor tipo de impacto.
La queja principal, según ABC News, es que la gente confunde las latas blancas con las de Diet Coke. El rojo de la Coca-Cola regular es una distinción clara al empaque plateado de Diet Coke. Pero con ambas versiones casi en rayando en el mismo esquema de colores, algunos clientes preocupados por las calorías que consumen han comprado accidentalmente la bebida equivocada.
La selección no siempre está basada en preferencias: algunas condiciones de salud como diabetes prohíben el azúcar, y por eso la confusión podría resultar dañina. Aún con los nombres siendo claramente diferentes y escritos en la mayor parte del tope de cada lata, en defensa de aquellos con problemas de la vista, los osos polares tienen un color plateado en la nueva lata.
El problema va más allá. El cambio casi lleva a la compañía a entrar en el territorio de lo que una vez fue New Coke. Muchos tuiteros y usuarios de YouTube han dicho que el sabor de la Coca-Cola en la lata blanca sabe un poco distinto. La compañía negó haber cambiado la receta, de acuerdo al Wall Street Journal.
Las personas no han dejado de comprar Coca-Cola por el cambio de color. Más de mil millones de latas han sido distribuídas, y aunque la producción de dichas latas cese, el World Wildlife Fund recibirá la ayuda de Coca-Cola.
¿Qué se aprendió de esto? Que le tememos al cambio, aún cuando es para una buena causa.
Y a los coleccionistas, ojo, que aún están a tiempo de conseguir una de estas latas de edición limitada.
Fuente: www.vocero.com
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