Un sabio orgulloso y rico debía cruzar el río, era caudaloso y no había puente. Contrató un barquero. Éste lo montó en su canoa. Apenas habían iniciado la travesía, el sabio preguntó al barquero:
-"¿Sabe usted Geografía? ¿Los nombres de los países, de los ríos, de los montes?"
- "No Señor, yo no tuve posibilidad de estudiar."
- "Pues, entonces, ha perdido usted la cuarta parte de su vida."
Siguieron avanzando, a mitad del río, el sabio preguntó de nuevo:
-"¿Sabe usted Astrología? ¿Orientarse por la Osa Mayor, la Estrella Polar?"
- "No Señor", respondió, "Desde muy pequeño estoy trabajando, sin recibir ninguna lección..."
- "Pues, buen hombre, ha perdido usted la mitad de su vida."
Pasados unos minutos, el sabio volvió a preguntar:
- "¿Sabe usted Gramática? ¿Expresarse adecuadamente?"
- "Yo, Señor..." dijo el barquero, "Sólo sé remar..."
- "Entonces pobre de usted, ha perdido tres cuartas partes de su vida. Sólo le queda un cuarto..."
Siguieron adelante. Un enorme tronco bajaba por el río. Iba hacía la canoa. El barquero, comprobando que ya no podía evitarlo, preguntó al sabio:
"¿Sabe usted nadar?"
El sabio respondió: "No..."
Mientras el barquero se arrojaba al agua, exclamó:
"Pues ha perdido usted toda su vida..."
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