¨Los cambios son la ley de la vida. Y los que sólo miran al pasado o al presente seguro que se pierden el futuro.¨ - John F. Kennedy, trigésimo primer presidente de los EEUU.
Hay cambios previsibles, como los cíclicos y los estructurales que nos arrollan porque no tienen retorno. Y a veces te preguntas, ¿A qué me resisto?, ¿Cuál es mi temor al cambio?, ¿Qué beneficios obtengo al dejar las cosas como están o cambiarlas?, ¿Cómo puedo beneficiarme con este cambio o que perderé o seguiré perdiendo?, y... ¿Cuándo ha de ser mi primer paso?
He tenido que evitar pensar mucho tiempo sobre el motivo que hizo cambiar a ella de amarme a odiarme. Ahora debo decidir qué hacer con mi vida. ¿Porque he escogido irme y dejar todo atrás en vez de tratar de cambiarlo todo? Ella siempre me recuerda y pretende mostrarme y mostrarle al mundo que fui yo quien me equivoque, y cuando en la ventana me pongo a contemplar el horizonte sabiendo y estando más que seguro que en lo único que no me he equivocado fue en amarla como la amo.
¿Quién tiene la razón? Que importa ahora, quizás me equivoque o quizás se equivoco ella. Si tanto me amaba o quería como decía porque quiso que cambiara lo que según ella, cuando me conoció, amaba. Y no pasan segundos en tratar de defenderse y escudarse afirmando que no me conoció así, que yo no era de esta manera, que era otra persona, pero que yo recuerde siempre he sido tal como soy, quizás con unos cuantos kilos y cabellos de más.
El amor es ciego, eso me decían cuando joven y me siguen diciendo. Y quizás tengan más que razón, pues te nubla completamente y no te deja ver errores, fallos, defectos y cosas de la persona que amas. A veces me pongo a pensar si en verdad en el paraíso fue la serpiente quien engaño a la mujer, o fue la mujer fue quien en verdad engaño a la serpiente, para así quitarse la culpa.
Cuando te enamoras, ves todo maravilloso y perfecto aunque alrededor de ella veas que todo este en llamas o en penumbras. Alguien dijo alguna vez ¨ No olvidéis aquello que ha dicho alguien: la mujer no ha nacido para que se la comprenda, sino para que se la ame.¨ Y uno trata de amarla hasta lo ultimo, hasta dejar su tierra, su casa, su trabajo, y hasta su familia, para solo encontrarse y darse de frente con la realidad, y que en labios de G. Courteline se escucho que dijo en más de una vez, ¨ La mujer no se acuerda nunca de lo que habéis hecho por ella; solamente se acuerda de lo que no habéis hecho.¨
Quizás al tratar de comprenderla, complacerla o de que ella me entendiera, sobrecargue mi ser, y mis ondas cerebrales estallaron de tal manera que me quede sin energías para continuar. He de cambiar mi destino, he de tomar otra ruta, otro camino. Quizás he llegado al punto de no retorno, quizás sea tarde para comenzar de nuevo de cero, quizás ya no me quede tiempo, pues los años pesan. Pero si no comienzo ahora de una vez y por todas ¿cuando?
Y aunque a veces esperas que ella cambie y en ese último momento en el que tengas que entrar al avión, subir esas escaleras, oigas unos gritos, y sea ella quien te grite ¡No te vayas, te amo, y sé que todo se puede arreglar!, ¡Ven, vuelve a mis brazos!, No no va a ser asi, al parecer he visto muchas películas, porque en la realidad eso y en estos días no ha de pasar, pues la seguridad del aeropuerto no lo permitiría. Quizás nunca volveremos a tenernos el uno al otro y no está en los planes de Dios volvernos a encontrar en el futuro, lo que si se quedara con ella será mi corazón roto en pedazos.
Y aunque parecerá ilógico, pero es increíble como alguien puede romper tu corazón, y sin embargo seguir amándole con cada uno de los pedacitos que han quedado.
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