Las autoridades neoyorquinas descubrieron el cuerpo en una calle de la zona de Flushing, en el barrio de Queens, donde numerosos vehículos siguen cubiertos por la gruesa capa de nieve dejada por las diversas tormentas que han caído en las últimas semanas sobre la ciudad de los rascacielos.
El fallecido es Kevin Ronan, de 36 años, vecino de Bay Shore, Long Island, fue descubierto desplomado sobre el volante de un turismo alrededor de las 12:30 de la mañana, quien, según la Policía, acabó con su vida al dispararse en la cabeza con una escopeta, un arma que los agentes encontraron junto a su cuerpo en el interior del automóvil.
Las autoridades calculan que el hombre acabó con su vida el pasado miércoles, mientras sobre Nueva York empezaba a caer una intensa tormenta de nieve que dejó hasta 48 centímetros en algunos puntos de la ciudad y que cubrió copiosamente al vehículo.
El automóvil no levantó las sospechas de los vecinos, ya que no era el único en la vía totalmente cubierto de nieve y que no se movía durante días.
Un residente, que vive en la calle, dijo que nunca escuchó un disparo de escopeta y la fuerte nevada hizo el carro desapareciera.
"Nunca pensé que nada del coche para estar allí unos días", dijo el residente, quien pidió que su nombre no fuera publicado.
"El carro detrás de él ha sido sepultado bajo la nieve durante tres semanas", dijo. "La gente deja sus carros enterrados por aquí. No me hizo mirar dos veces."
Según detalla el diario Daily News en su edición digital, Ronan tenía problemas con las drogas y el alcohol y había amenazado anteriormente con quitarse la vida.
Nueva York está viviendo uno de los inviernos con más precipitaciones de nieve que recuerda y el lunes cerró el enero de más nieve jamás registrado en la ciudad y que superó incluso el récord marcado en 1925.
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