Veo los cielos como están llorando y con mis manos agarro sus lagrimas. Pero en el silencio, cuando la lluvia ya que está terminando me doy cuenta que no es agua de lluvia la que corren por mis manos, sino que son lagrimas de mis propios ojos.
¿Por que tienes que hacerme sentir esto? Como si ya no quedara amor por mi, como si ya no me amaras.
Usted puede tomar todo lo que tengo, pues suyo es. Ya ha destrozado y roto todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que siento. Como el cristal que cae a el suelo, asi se ha roto mi corazón.
Como si estuviera hecho de papel, me ha partido en trocitos y los has tirado al aire.
¿Te haría sentir mejor verme mientras me desangro en el suelo? Pero no, no puedo quedarme en el suelo, debo levantarme, ponerme sobre mis pies.
No voy a quedarme aquí esperando, ni sufriendo hasta que te decidas a volver. Mi corazón te sigue amando con cada uno de los pedacitos en que ha quedado.
Me agarro a Dios, me acerco al cielo, y aguanto el aguacero, mientras mis lagrimas tocan el suelo...
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