Un panadero de Granada acudió a la Oficina del Consumidor de la ciudad andaluza para denunciar a una prostituta por dejarle insatisfecho. El panadero con ganas de diversión se acerca a un prostíbulo de alto caché. Mientras toma una copa charla con una chica de alterne, y, en principio, tanto la tarifa de los servicios como la compañía le parecen bien, pero resulta que queda insatisfecho...
El cliente considera que a su juicio, la chica no se ganó los 160 euros cobrados y acordados entre ambas partes, y se dirigió al responsable del establecimiento para expresarle su reclamación. El cliente no llega a ningún acuerdo con el gerente del local, y menos aún con la chica. Como no se logró solucionar la insatisfacción del panadero, y sus necesidades se quedan sin cubrir. Ante tal coyuntura, decide presentarse en la Oficina del Consumidor y tramitar una denuncia.
La Junta de Arbitraje trató de mediar entre las partes, pero la prostituta no se presentó a la vista.
1 comentario:
Anda…!
Jajajajajaj
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