jueves, 5 de enero de 2012

El espejo...

Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de arroz y su mujer, que nunca había pisado la ciudad, le pidió que no se olvidase de traerle un peine.


Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. Después, un poco confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó a su casa en el campo.


Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.


La mujer le dio el espejo y le dijo:


- "Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa."


La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:


- "No tienes de qué preocuparte, no es joven, es una vieja."




Muchas personas ven en su vida lo que quieren ver y no se dan cuenta lo que verdaderamente tienen al frente. Son ciegos en su propio entendimiento...



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