Elegir un nombre para un producto es casi tan complicado como decidir como vas a llamar a tu hijo. Algunas de la smarcas más conocidas de la Red llevan nombres que nada parecen tener que ver con la funcionalidad que cumplen. Pero siempre hay una explicación para la denominación de los productos, y PC World ha explorado los orígenes de algunos de los nombres más conocidos.
Para poner un nombre has de tener en cuenta muchos factores. En el caso de aparatos electrónicos o servicios de internet, debes tener en cuenta que el nombre debería no querer decir nada o significar lo mismo en muchos idiomas, para evitar confuisiones. Además debe ser una marca que no esté registrada ya, con un nombre no muy largo, para la que haya dominios disponibles... Pero no son estos los criterios que le dieron nombre a aparatos como el iPod o la Blackberry.
El nombre del reproductor portátil de Apple se debe un periodista, Vinnie Chieco, contratado por la compañía tecnológica para dar con una denominación. Estuvo trabajando en torno a la idea de que este aparato sería como una nave espacial que debe retornar a la base de vez en cuando para repostar, pero al final fue la carcasa, que le recordaba a una vaina (pod en inglés) la que dio nombre a este gadget. Se le añadió la 'i' como a los productos iMac.
La empresa canadiense Research in Motion acudió a una consultora para ponerle nombre a su revolucionaria BlackBerry. Querían huir del término 'correo electrónico' porque según algunos estudios puede elevar la presión arterial, y se centraron en nombres que evocaran diversión y dieran sensación de paz. Alguien dijo que los botones del aparato parecían semillas, y se barajaron diferentes nombres de vegetales. Al final se decidieron por las moras.
El proceso de elección del nombre del navegador de la Fundación Mozilla muestra lo complicado que es dar con una denominación para un producto sin chocar con los derechos de otras empresas. Firefox se iba a llamar Fénix, en alusión a su resurrección tras la 'muerte' de Netscape Navigator, del que es heredero. Problemas con una empresa llamada Phoenix Technologies provocaron un cambio a Firebird, pero había ya otro problema de software libre con ese nombre. Finalmente se eligió Firefox (panda rojo) "porque es fácil de recordar, suena bien, es único y nos gusta", dicen desde Mozilla.
A Biz Stone, creador de Twitter, su servicio de microblogging le recordaba al modo en que se comunican los pájaros, mostrando pequeñas piezas de información. En principio le llamó Twttr, y su grupo de trabajo le añadió las vocales.
Los motivos por los que la plataforma de software para teléfonos móviles impulsada por Google se llame Android no son muy conocidos pero tampoco resultan muy excitantes. El nombre, es heredado de una empresa que se llamaba así, y que fue adquirida por Google en 2005. Wikipedia, por su parte, es una mezcla de los términos 'enciclopedia' y wiki, que quiere decir rápido en hawaiano y es la palabra que denomina a las herramientas que permiten crear sitios web de forma colaborativa y abierta.
Originalmente, el buscador creado por Sergey Brin y Larry Page se llamaba BackRub, porque se dedicaba a mirar los enlaces entrantes de cada página (backlinks). Después decidieron cambiarlo y le pidieron ayuda a un amigo, que sugirió googlplex, el término matemático que hace referencia a una cifra, un uno seguido de cien ceros. Fueron a buscar en Internet si el dominio estaba disponible, pero escribieron mal la palabra. Pusieron Google, estaba libre y decidieron quedárselo.
Jerry Yang y David Filo crearon un directorio de páginas web en los primeros tiempos de Internet y lo llamaron Jerrys Guide to the World Wide Web. Poco después le cambiaron la denominación a Yahoo, acrónimo de Yet Another Hierarchical Officious Oracle, que quiere decir Otro Oráculo Oficial Jerárquico Más.
El sitio de subastas más conocido de Internet se llamaba originalmente AuctionWeb. Pero su creador, Pierre Omidyar, tenía un sitio de internet registrado a nombre de otra de sus empresas, Echo Bay technology Group. Como echobay estaba ya registrado, Omidyar se quedó con eBay, que utilizó en septiembre de 1997 para su sitio de comercio electrónico.
Facebook, por su parte, debe su nombre a los libros que algunas universidades e institutos de EE UU entregan a sus nuevos alumnos a principios de curso, y que incluyen las fotografías de todos los que se han inscrito para el nuevo curso, de forma que puedan ponerle cara a sus compañeros.
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