El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos estima que aproximadamente un tercio de las muertes por cáncer están relacionadas con una alimentación inadecuada.
Una alimentación balanceada, debe incluir frutas, verduras, nueces, pescado y grasas buenas. Y debe estar acompañada de ejercicio frecuente, libre del hábito de fumar y moderación en el consumo de alcohol.
A continuación le damos una lista de seis alimentos que nos ayudan a protegernos contra el cáncer.
1.- Jengibre
La raíz de jengibre posee potentes sustancias que reducen la inflamación y actúan como antioxidantes. Estos elementos del jengibre provocan la muerte de determinadas células cancerosas y ayudan a reducir la creación de nuevos vasos sanguíneos que son necesarios para que los tumores crezcan.
2.- Brócoli
La clave de la capacidad del brócoli para combatir el cáncer está en su elevado contenido de isotiocianatos. Los isotiocianatos incrementan la función del gen p53, también conocido como el "guardián del genoma". Este gen se ocupa de mantener a las células sanas y evitar que se inicie el crecimiento anormal propio del cáncer.
3.- Tomate
El tomate fresco y sus derivados son buenos aliados para la prevención de distintos tipos de cáncer por ser ricos en licopeno. El licopeno tiene un efecto protector porque inhibe la proliferación de células cancerosas. Además, interviene en la comunicación intercelular y modula los mecanismos inmunológicos.
4.- Las fresas
Las fresas, las frambuesas, los arándanos, las moras contienen ácido elágico, así como gran cantidad de prolifenoles, que estimulan los mecanismos de eliminación de sustancias cancerígenas.
5.- Té verde
Es rico en polifenoles que reducen el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos necesarios para el desarrollo del tumor. Los polifenoles son potentes antioxidantes y ayudan a eliminar toxinas, ya que facilitan la muerte de las células cancerosas y activan las enzimas del hígado que eliminan las toxinas del organismo.
6.- Aceite de oliva
Varios estudios han demostrado que el consumo de aceite de oliva frena el crecimiento del células cancerosas. El consumo de aceite de oliva reduce de forma drástica los niveles de actividad de un gen llamado Her 2/nev. Este gen se encuentra más activo en pacientes con cáncer de mama quienes desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad.
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