El Evangelio de Mateo en su capitulo 2 versículo 1 al 12, nos habla de unos Magos que vinieron de oriente a Jerusalém siguiendo una estrella y buscando al nuevo Rey de los judíos que habría de nacer. En las Escrituras no se abunda mucho sobre el origen, la personalidad, los rasgos, ni siquiera los nombres de esos magos.
Nos dice las escrituras que eran magos, nombre dado a los “sabios” o astrónomos de aquella época, ellos estudiaban las estrellas pues dice la escritura que venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey.
La tradición y no las escrituras los describen como reyes bondadosos ya que entregaron regalos (ver Los Regalos de los Reyes Magos), los cuales son mencionados como dones, al niño nacido de María y José.
Aun siendo la fiesta cristiana mas valorada también es la mas ignorada por la mayor parte de los países y no solo porque los comercios han hecho de Santa Clos o Papá Noel un icono comercial de gran envergadura y haya ganado terreno en muchos Países de habla hispana, sino porque, simplemente, no se abundan en el significado real que es el motivo de celebración.
La tradición nos enseña que son tres teniendo un integrante de raza negra, uno de raza blanca, y el último de ellos de apariencia asiática, esta imagen parece ser bastante moderna, pero en algunas versiones de la Iglesia antigua, existía la creencia que los "Reyes" provenían de las tres razas de la humanidad: europeo, asiático y africano. Esto trata de simbolizar la difusión del cristianismo a todas las naciones y a todos sus pueblos.
Las iglesias cristianas, entre ella la católica afirman que los "Reyes" eran tres, ya que los regalos, oro, incienso y mirra, son tres. Y afirman por ellos que cada uno ofrecía un regalo al niño Jesús. La tradición ortodoxa por su parte sostiene que se trataba de doce, representando las 12 tribus de Israel. En algunas representaciones tempranas que datan de los primeros siglos después de Cristo, se pueden apreciar dos reyes magos y en otras incluso cuatro.
Lo único que parece claro en los textos bíblicos, es que venían de Oriente. Pero de ¿De dónde exactamente procedían? No habían grandes ciudades en el cercano oeste de Jerusalén que pudieran tener a señores tan bien vestidos y con tanto acceso a riquezas. Damasco estaba al norte, Meca y Medina estaban al sur. Quizás la hipótesis más acertada y aceptada hoy en día es que vinieron de la región de la antigua Persia que hoy es Irán e Irak.
La tradición y pinturas encontradas en las catacumbas cristianas muestran imágenes de los reyes, vestidos con ropas que pertenecían a la aristocracia persa. Otra teoría sería que procedían de Yemen y seguían la todavía hoy llamada Ruta del Incienso que unía Egipto con India a través de Arabia.
Los regalos o dones ofrecidos al niño Jesús (ver Los Regalos de los Reyes Magos) podrían ser reales o simbólicos pues el oro es el metal perfecto y se regala a un rey. En general es imagen de la luz solar y, por consiguiente, de la inteligencia divina. El incienso litúrgicamente , simboliza plegarias que se elevan al cielo. Según la Biblia, el incienso simboliza la oración. La mirra es emblema de muerte y sacrificio; es amarga, aromática y tiene forma de lágrimas.
Aunque estamos acostumbrados a que las representaciones como nacimientos y pinturas de los Reyes Magos. Aparenten tener una edad muy similar, de acuerdo a la tradición poseen distintas edades: uno es joven, otro de edad madura, y el último un anciano.
Melchor, Gaspar y Baltasar. Los tres nombres con que hoy los conocemos son tan arbitrarios y ficticios como los que se les dio en otras partes del orbe cristiano: Apellicon, Amerim y Serakin entre los griegos; Kagpha, Badalilma y Badadakharida en Siria; Ator, Sater y Paratoras en Etiopía, etc. En el siglo XVI las nuevas necesidades ecuménicas de la Iglesia católica llevaron a implantar un simbolismo inédito, identificando a los tres magos con los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres partes del mundo y las tres razas humanas que lo poblaban, según se creía en esos días: europeos, semitas de Asia y africanos.
Antiguamente el 6 de enero en la región de Egipto y Arabia se celebraba el olsticio de invierno con evocaciones míticas muy antiguas. Los paganos conmemoraban el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio, con una fiesta simbólica y lujosa. Esta celebración es el antecedente de lo que sería la Adoración de los Reyes.
Sea como sea, es una tradición y una festividad que no deberianos dejar perder y ser arrasado por el comercio o por los grandes intereses a favor de un gordito de ropas de color rojo que inunda las mentes de la gente haciendo olvidar lo que verdaderamente significa la navidad (Christmas en ingles), que es la celebración del nacimiento de Jesús.
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