domingo, 30 de enero de 2011

El azafrán español tiene trampa

Solo el 0,8% de la especia que se vende se ha cultivado en La Mancha - La mayor parte procede de Irán, pero se etiqueta como nacional.


El precio de un kilo de azafrán con denominación de origen La Mancha ronda los 3.000 euros. España produjo en 2010 unos 1.500 kilos; en cambio, se exportaron bajo marca española casi 190.000, según el Ministerio de Industria. 


Un kilo requiere unas 250.000 rosas del azafrán. De toda la flor violeta, apenas sirven tres hebras, los pequeños filamentos que recogen el polen (estigmas). Un producto rentable en el mercado, pero costoso de elaborar.


En España, las empresas españolas vendían como español lo que habían comprado en otros países como Irán, y también Marruecos, India y Grecia. España importó lo mismo, produjo lo mismo, pero se han disparado las exportaciones. ¿De dónde sale este azafrán? Nadie lo explica. Hasta un 90% de las exportaciones de azafrán español son fraudulentas, según el sindicato agrario ASAJA. Un exportador, que pide anonimato, critica: "Son vergonzosos los precios a los que vende la gente, más aún sabiendo que es mierda".


El negocio es rentable: el año pasado supuso 47 millones de euros. El azafrán iraní tiene un precio más barato, entre 1.000 y 1.500 euros el kil-, pero la calidad es muy inferior, según Antonio García, presidente del consejo regulador de la denominación manchega. "Proviene de explotaciones intensivas que no dejan descansar a la tierra. Las hebras son más finas", afirma. Estas prácticas suponen una amenaza para los agricultores manchegos. La producción en Irán es, actualmente, más intensiva, más barata. El consumidor paga cinco euros por un gramo de Irán. La misma cantidad con denominación de origen La Mancha, la única permitida, cuesta casi el doble.


Varias empresas iraníes se han establecido en la Península para aprovechar la ambigüedad del etiquetado. "No es ilegal, el producto ha sido tratado en España", se defiende el dueño de una conocida exportadora española.


El conflicto de intereses entre la denominación y las grandes exportadoras es sencillo. La producción española goza de gran prestigio, pero no es suficiente para sustentar los grandes volúmenes de exportación. Una empresa fuerte del sector vende más de 7.000 kilos. Toda la producción actual de la meseta no bastaría.


Un secreto a voces entre los comerciantes de azafrán es la venta de productos adulterados. Un reportaje publicado en The Independent afirmaba que el análisis de unas muestras de azafrán español evidenciaba que entre un 40% y un 90% del producto no eran hebras de azafrán, sino otros residuos de la planta en el mejor de los casos (la normativa exige que no superen el 0,6%).


"Desde hace años suceden prácticas fraudulentas", afirma José María Fresneda, de ASAJA en La Mancha. El sindicato propone "aranceles disuasorios o cuotas a la importación como con los ajos chinos". Lo primordial para él es que no se perjudique a los agricultores, quienes "hacen un azafrán para que la paella esté de muerte". Uno de estos agricultores manchegos es Vidal Escribano, de 78 años. "Cuando me hice novio hice como todos: plantar un azafranar", cuenta. Desde entonces han pasado muchos años de historias de compradores con pesas huecas y romanas torcidas, aunque los agricultores no eran inocentes: "Algunos humedecían el azafrán a fin de que engordase". Vidal habla de tiempos en los que el precio de la especia oscilaba entre un 50% y un 60% en el mismo año de cosecha. Los agricultores guardaban las reservas hasta que subiera el precio o no hubiera más remedio que vender: "Llegaban gastos y a veces tenías algún dinero, otras solo azafrán. Entonces vendías". El azafrán era el banco de los agricultores. Y como al resto del mercado bancario, le ha llegado su crisis de las subprime.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...