Aquí les dejo algunos usos muy prácticos que pueden sacarte de un apuro:
Como Suavizador de telas: Puedes utilizar el bicarbonato de soda no sólo para suavizar sino para desodorizar. Sólo añade de ¼ a 1/2 taza en la lavadora añadiéndolo a tu detergente favorito. Una ventaja adicional es que el bicarbonato de soda es más económico que el suavizador líquido.
Para desodorizar: Es muy común ver las típicas cajitas amarillas de bicarbonato de soda en los refrigeradores o neveras, pues es muy efectivo para neutralizar los olores. Pero ese no es el único lugar donde puedes utilizarlo. Deja una cajita abierta en un armario o en el baño para que se encargue de olores desagradables.
Como exfoliante: El bicarbonato de soda es un gran exfoliante natural porque tiene una textura delicada. Añade una cucharadita de bicarbonato de soda a tu limpiadora facial, mézclalo bien y utiliza como acostumbras siempre. Esto ayudará a remover células muertas de la piel, dejando tu piel más suave y luciendo fresca.
Como limpiador: Puedes pulir perillas de latón o pestillos de ventanas con bicarbonato de soda. Su consistencia ligeramente arenosa ayuda a remover la mugre, pero es lo suficiente seguro para no rallar el metal.
Como limpiador de tuberías o cañerías: Vierte 1/2 taza de bicarbonato de soda en el desague, seguido por una taza de vinagre. Esto ayuda a soltar cualquier residuo u obstrucción. Después de 10 minutos echa una olla de agua caliente para completar el destape.
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