jueves, 3 de mayo de 2012

Aun así...


El amor, ese sentimiento que decimos alojar en el corazón, que juramos para siempre, que decimos que nunca se acabara. Pues todo parece mentira, decimos amar, pero parece mas una emoción pasajera.


Pues ese amor lastima, ese amor deja cicatrices en el corazón, lo hiere, lo estropea, lo deja imposibilitado de amar de nuevo.


Cualquier corazón que no sea lo suficientemente resistente o tenga la bastante fuerza para seguir latiendo mientras lo lastiman, mientras aguanta dolor, mucho dolor, no sera capaz de amar de nuevo, no sera capaz de arriesgar a que le partan de nuevo el corazón en pedacitos.


Ese amor que es como una nube que guarda mucha lluvia la cual se transforma en lagrimas que no permiten dejar de llorar, y derramas un diluvio universal, ahogando cada pena, cada recuerdo, cada minuto de felicidad. Ese amor duele, claro que duele.


 Ya no soy tan joven, pero aun así se una cosa y la he aprendido a través del camino del dolor y de lagrimas, que aunque me hayan lastimado, destrozado, despedazado, aun así no tengo miedo a amar.


Pues el sentirse amado aunque sea un minuto, aunque sea fingido, falso o solo una ilusión, el sentir el corazón latiendo a 1000 por minuto y que se quiere salir del pecho, mis amigos, eso  es "priceless", no tiene precio.








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