sábado, 19 de mayo de 2012

El oficio de amar...


El oficio de amar debe de ser una de las ocupaciones más arriesgadas y peligrosas del planeta tierra y sus alrededores.


Para empezar, te exige que pongas en la linea de fuego todas tus ilusiones, tu haber y tu poseer y la persona que  inspira dicha locura en ti, no esta requerida a poner nada en juego.


Es un trabajo que conlleva peligros ocupacionales letales. Causa ceguera mental y miopía del entendimiento. Afecta brutalmente el órgano cardiaco a tal grado que aveces sientes que el pobre corazón de repente deja de latir.


Cuando todas las personas sufren mal de amores y culpan al corazón por ello, la verdad es que el pobre órgano que bombea la sangre ni por enterado se da de cuenta cuando andamos heridos por cupido. Dicen los que si saben y los que si saben escribir que el mal de amores es causado por la secreción cerebral  de ciertas compuestos o algo por el estilo... yo ni se escribir ni soy de los que si saben.


Trabajar para la industria del amor es una tarea ingrata. A veces te pasas años laborando en forma incansable y resulta que la empresa te había despedido ya hace algún tiempo atrás y Tu ni te habías dado cuenta.


Para acabarla, no importa el trato que recibas cuando ejerces el oficio de amar, no te es posible demandar o ejercer ningún  recurso legal para exigir que tus derechos sean respetados.


En estos casos, cuando se te despide con una patada en el trasero o cuando te enteras que ya tu presencia no es requerida, recurres a toda una serie de estrategias que rayan desde lo ridículo hasta lo heroico.


En aras de recuperar el amor que se ha marchado creas poemas, mandas flores, compras chocolates, lloras y cantas. Pones la cara triste y andas entristecido por mucho tiempo.


Pero todo resulta inútil, porque el amor vivo es un ser vibrante, lleno de energía, chispa, y alegría. El amor muerto, al que muchos nos aferramos, es un cadáver rígido, frió y pesado. 


Mucha gente pasa su vida atada a cuerpos inertes. Amores sin vida que nos esforzamos en revivir.


El oficio de amar, labor que rompe espaldas, ilusiones, planes y sueños. El oficio de amar es apostar todo a nada.


Todo el mundo te asegura que fracasaras en tu intento de amar. Todo el mundo tiene la solución a tus posibles problemas. 


Todo el mundo puede ver que la estas fastidiando a mas no poder. Solo Tú, solitario trabajador, Tú contra el mundo diciendo.... YO SALDRE TRIUNFADOR.


Pero, ser  una persona que ejerce el oficio de amar, tiene sus recompensas, si bien muy escasas.


Dicen, que amar, es una forma de vivir. De vivir de verdad, no vegetar. Vivir, no caminar por la vida anestesiado. Dicen que amar, te hace humano, Humano. Dicen que amar te eleva a la categoría de los Dioses. 


Dicen, que amar un momento vale mas que vivir años sin saber lo que es que el corazón, y dale con el corazón, da saltos de contento.


Peligrosa profesión esa de amar. Cosa rara, nunca faltan personas interesadas que están dispuestas a poner su vida en la linea. Nunca faltan personas que aspiran a trabajar en la industrias mas peligrosa del planeta.

Dice la canción aquella : "Cuando se acaba el amor eres igual que un perro hambriento que vende el alma si le dan migajas de calor y un poco de aliento."

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