A unos enciende y a otros apaga. Conoce el divertido código de las parejas al referirse al sexo.
Suena el teléfono. Luego de un breve intercambio lanza la pregunta: “¿Ma, hoy hay fuegos artificiales?”. María suelta una carcajada y con picardía responde “¡Clarooo!”. Al otro lado del aparato Jaime celebra.
Esta pareja no organiza una celebración de fin de año, ni el cierre de una campaña política. Utiliza la pirotecnia del amor, o ese lenguaje erótico que inventan las parejas para despertar las ganas, para provocar chispas de lujuria.
El idioma erótico se refiere a las palabras y expresiones que utilizan los enamorados cuando hablan de sexo, el cuerpo, el deseo y el placer. Es también esa palabra que excita y provoca.
“Las parejas crean idiomas propios, verbales y no verbales”, sostiene la psicóloga social Ruth Nina Estrella. Esta comunicación ayuda a forjar la identidad de la pareja, dice. También contribuye a desarrollar una mayor cercanía sicológica o la intimidad esperada.
Idioma erótico criolloMujeres
• Vamos a hacer cositas.
• Quiero contigo.
• Vamos a meterle.
• Quiero wiki wiki
• Vamos a hacer el amor.
• Necesito un estrujón.
• Tengo hambre.
• Me debes algo en vivo.
• Estoy enfermita.
• Estoy caliente.
• Hoy me toca.
• ¿Hoy, hay guiso?
• Quiero hacerlo hoy.
• Vamos a la camita.
Hombres
• ¿Qué vamos a estrenar hoy?
• ¿Vamos a comer?
• “I want to eat a fish taco” o un soki (Sexo oral)
• Mami, te quiero comer.
• Quiero comerte.
• Te tengo ganas.
• Nena, vamos a pelar pa'bajo.
• Si te cojo te rompo.
• Vamos a darle pa' bajo.
• Y para mí, ¿hay comida esta noche?
• Vamos a cocinar rico.
• Hay mambo.
• Vamos a hacer cuchi.
• Te hace falta un trabajo garantizado.
• Voy pa' allá.
• ¿Hoy hay fuegos artificiales? Así se habla allende los mares
Fornicación, cópula o cohabitación son los significados que el diccionario otorga para definir el acto sexual. Pero, como aquí, las parejas de otras culturas también se lanzan con creaciones lingüísticas alusivas al acto erótico.
El vocabulario sexual en Latinoamérica es tan variado como culturas hay. Sin embargo, sea por la proximidad territorial o similitudes culturales, hay palabras para nombrar el coito que se repiten en algunos. Para nombrar el junte sexual, las personas recurren a metáforas, onomatopeyas y hasta a anglicismos.
Hacer el amor es la manera más conocida y común de nombrar el acto sexual. Una búsqueda en la internet reveló que en algunos países se considera un disparate, eso de “hacer el amor” porque sencillamente el amor no se hace. A otros, la frase parece cursi.
A continuación algunas equivalencias lingüísticas utilizadas por hispanos de otras culturas para nombrar el acto original del amor.
• Argentina: cojer, culear, garchar, cepillar, curtir (sexo oral) hacer un pete
• Chile: culiar, fornicar, darse duro de que le suene
• Colombia: culiar, clavar o jopiar
• Costa Rica : hacer el cuijen
• Cuba: singar
• Ecuador: culiar, tirar o clavar
• España: follar o echar un polvo
• Guatemala: coger, pizar o chimar
• Honduras: coger, pisar o echar un palito
• México: cojer, planchar, parchar, echar palo, ponerle, dar pa' las tunas, arrimón o echar un palestino
• Perú: cachar, coger o bombear
• Venezuela: singar, coger o tirar
Es un diálogo tan diverso como parejas hay, y que depende de un momento, de las costumbres y las creencias de los involucrados.
Encuesta informal
Aunque el lenguaje sexual constituye una parte integral de la comunicación entre las parejas, poco se conoce en el País sobre este tema fuera de los estudios que realiza Nina en el campo de la psicología social.
Esta situación llevó a El Nuevo Día a realizar un sondeo informal entre estudiantes universitarios y transeúntes de un centro comercial a fin de conocer qué expresiones utilizan las parejas heterosexuales para activarse antes de iniciar la relación sexual. Los resultados consignan la heterogeneidad.
Algunos entrevistados utilizaron frases relacionadas a la música como “¿Hay mambo?”. Otros expresaron, “Quiero wiki wiki”. “Wiki Wiki” es el título de un reguetón, que alude al sonido que hace el colchón durante el sexo. Otros usaron expresiones vinculadas a la comida como “¿Hay guiso?” o “I want to eat a fish taco” para expresar las ganas de sexo oral. No faltaron las frases vulgares y hasta violentas.
Pero, ¿evocarán estos vocablos placer o disgusto? ¿Aumentarán las ganas o disminuirán el deseo? “Es importante reconocer que no es el contenido de la frase lo único vinculado al erotismo. Resulta igual de importante quién lo dice y cuándo se dice”, subraya Rodríguez, profesor adjunto del programa graduado de Educación en Salud.
Esto significa que una frase puede aumentar o reducir la libido, pero eso va a depender de la pareja y el contexto.
Nina, catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico, también plantea que relacionar la sexualidad con la comida apela a un gran sentido del humor en cuanto hablan sobre un tema “sensible” como el sexo. También sugiere que se entiende el sexo como un placer y un acto que produce satisfacción.
De otra parte, aquellas frases vulgares que utilizan lenguaje violento sugieren que existe un elemento de poder en la relación. El uso de este fraseo podría ser una señal de que se practica la violencia sexual y física entre emisor(a) y receptor(a).
Aclara, sin embargo, que la sexualidad al igual que el idioma erótico, contiene muchos tonos grises. “Hay distintas tipologías de parejas. En algunas puede ser aceptado en otras no, pero siempre debe existir un clima de respeto”, acentúa.
Rodríguez, por su parte, observa que la “vulgaridad” de la palabra se la asigna quien la escucha. Hay personas que pueden considerarlas negativas para el erotismo y otras, positivas. También argumenta que frases como “si te cojo te rompo” demuestran las diferencias sociales que se asignan por sexo y género.
“Estas responden en buena parte a los estereotipos de los roles de 'mujeres débiles' y 'hombres fuertes', ellas sumisas y ellos controladores.
De igual forma, cada pareja tiene formas diferentes de expresarse y, lamentablemente, estas frases responden en gran medida a lo que socialmente estamos expuestos”, señala Rodríguez.
“Aunque estas frases pueden resultar 'eróticas' es importante considerar la fina línea que las separa de expresiones violentas... también sería bueno considerar cómo se sienten o sentirían los hombres en una relación con una mujer si ésta llega a la casa y le dice: 'si te cojo te rompo'”, abunda.
No se expresan igual
El sondeo también descubrió una diferencia entre las expresiones de las mujeres y los hombres. Ellas utilizaron la frase “vamos a hacer el amor”, mientras ninguno de los varones encuestados usó la misma.
“Esto refleja su conceptualización en cuanto a que un acto de amor es tener relaciones sexuales”, señala Nina. Además responde a patrones culturales y religiosos del País. “En nuestra cultura latina-caribeña y puertorriqueña con frecuencia asignamos unas expectativas a los géneros y de esa forma se educan.
La vinculación del amor con el erotismo es una opción que tienen los individuos, pero con frecuencia nos 'enseñan' que una está atada a la otra y cada persona y en cada pareja se expresan de diferentes formas”, asevera Rodríguez.
La falta de un lenguaje erótico no sugiere carencia o falta de madurez, según los expertos. Todo lo contrario.
“El lenguaje verbal y el no verbal pueden ser igual de importantes. Incluso, deben ser congruentes, así como lo experimentamos con la comunicación en general”, afirma Rodríguez.
“Cada pareja establece sus formas de comunicación y lo que es bueno para una, no necesariamente lo es para otra”, concluye.