El acto de desobediencia civil, por el cual estuvieron arrestados durante más seis horas y se enfrentan a un delito menos grave, le dio un giro sorpresivo a una sesión que hasta entonces estaba dedicada a discutir la crisis hipotecaria.
La primera parada del grupo fue en la oficina del comisionado residente Pedro Pierluisi, a la que entró cerca de las 10:00 a.m. el actor Luis Enrique Romero a pedir los boletos para las gradas del hemiciclo de la Cámara baja que cada legislador le suele otorgar a visitantes de su distrito.
Se sentaron casi una hora después en la primera fila de las gradas, en el mismo centro del hemiciclo, a las espaldas de los pocos miembros de la Cámara baja federal que participaban del debate legislativo.
Para entonces, Barney Frank, el presidente del Comité de Servicios Financieros, debatía furiosamente con los republicanos.
A las 11:11 a.m., los seis manifestantes se levantaron, alzaron las manos y sacaron unas pequeñas pancartas a favor de la independencia de Puerto Rico, con la bandera puertorriqueña dibujada en cada una de ellas, cantando a coro “Oubao Moin” (en taíno “Isla Sangre”), una parte musicalizada del poema “Alabanza en la Torre de Ciales” de Juan Antonio Corretjer.
“Alabanza, alabanza. Para ellos y para su patria, alabanza”, corearon.
La sesión se detuvo. El Presidente pro témpore de la Cámara pidió que se interviniera con los manifestantes y en cuestión de segundos les exigieron salir de las gradas, y ellos lo hicieron, sin poner mayor resistencia.
“Ciento once años de coloniaje: es una vergüenza”, leía una de las pancartas que mostraron Romero, el diseñador mecánico Luis Suárez, el obrero jubilado Ramón Díaz, la cantante María Isabel “Chabela” Rodríguez, el músico José Rivera (Tony Mapeyé) y la enfermera jubilada Eugenia Pérez.
Unas filas más arriba, observaban la protesta el actor y cantante Carlos Esteban Fonseca, quien fue portavoz del grupo, y los abogados Manuel Rivera y Ann Wilcox, que les ofrecieron asesoría legal.
La rápida intervención de la policía del Capitolio impidió que Suárez, quien forcejeó ligeramente con un agente, pudiera leer en el hemiciclo la breve declaración que el grupo había preparado. Tampoco hubo tiempo para cantar Verde Luz, que se había ensayado.
“Hemos llegado hasta aquí para protestar por el coloniaje a que está sometido Puerto Rico. Venimos en buena voluntad, en paz. Queremos ser una nación libre”, indicó la declaración del grupo, que divulgó también una carta en la que junto a Fonseca le escribieron al presidente Barack Obama para advertirle que de cara a un debate sobre el futuro político de Puerto Rico urge que ponga sus fichas sobre la mesa.
“Cada país tiene derecho a alcanzar su independencia y ser un país libre”, indica la carta, copia de la cual también harían llegar a la ‘speaker’ cameral Nancy Pelosi, y al vicepresidente estadounidense, Joseph Biden.
Ya en el pasillo, frente a turistas que pasaban por su lado, la policía del Capitolio federal les colocó las esposas.
En las afueras del Capitolio, uno a uno fueron montados en una camioneta policial.
Entre los miembros del Congreso que se acercaron a presenciar el incidente estuvo la delegada de las Islas Vírgenes, Donna Christensen, quien hasta diciembre pasado fue la jefa del subcomité de Asuntos Insulares. “Voy a apoyar la legislación de status que presente Pierluisi”, dijo.
Previo a la manifestación, el grupo advirtió que su iniciativa no estuvo vinculada al hecho de que se aproxima el debate sobre un nuevo proyecto federal sobre el status de Puerto Rico.
Los manifestantes -imputados del delito de interrumpir los trabajos del Congreso, por el que se enfrentarían a un máximo de seis meses de cárcel y/o una multa de $500-, tendrán que comparecer ante un tribunal el 26 de mayo, según el abogado Rivera.
Durante las poco más de seis horas de cárcel, dijo el actor Romero, los oficiales les “trataron bien”.
Según Prensa Asociada, el grupo llegará mañana a las 2:30 p.m. en un vuelo de la aerolínea JetBlue.