Entomólogos de la Universidad de Montreal, en Canadá, han descubierto un insólito comportamiento entre una especie de avispas (Dinocampus coccinellae) que habita en la región de Quebec. Según sus observaciones, estos insectos toman por la fuerza a las indefensas mariquitas y las obligan a incubar los huevos de sus larvas entre sus patas. Esta es una práctica habitual entre los insectos, pero lo curioso del caso es que no matan al huésped, si no que lo secuestran el tiempo necesario para que las larvas se desarrollen. Después queda libre.
Lo fascinante es que la mariquita (Coccinella maculata) está parcialmente paralizada por el parásito, aunque finalmente resulta liberada ilesa, afirma el profesor de biología Jacques Brodeur. Las larvas de avispa se incuban entre las patas de las mariquitas y sólo las abandonan cuando han madurado. Una vez libre, la mariquita puede seguir comiendo y se reproduce como si nada hubiera ocurrido.
Actualmente, Brodeur se encuentra estudiando este fenómeno para conocer con exactitud cuánto dura el ciclo, cuántas larvas consiguen salir adelante y la relación que existe entre el huésped y el parásito. ¿Puede la mariquita rechazar ser utilizada? No lo sabemos. Nuestro objetivo es reproducir una variedad de situaciones en laboratorio y ver cuáles son más favorables a la reproducción, ha explicado el especialista.
Estas avispas no son los únicos animales que se dedican a deshacerse de sus hijos para que los críen otros. El más famoso es el cuco, que pone sus huevos en nidos ajenos de forma que sus pobres víctimas se dedican a alimentar a pajarillos que no son suyos. Otros insectos también tienen comportamientos parasitarios, pero ninguno se comporta como estos bichos con aguijón.
Actualmente, Brodeur se encuentra estudiando este fenómeno para conocer con exactitud cuánto dura el ciclo, cuántas larvas consiguen salir adelante y la relación que existe entre el huésped y el parásito. ¿Puede la mariquita rechazar ser utilizada? No lo sabemos. Nuestro objetivo es reproducir una variedad de situaciones en laboratorio y ver cuáles son más favorables a la reproducción, ha explicado el especialista.
Estas avispas no son los únicos animales que se dedican a deshacerse de sus hijos para que los críen otros. El más famoso es el cuco, que pone sus huevos en nidos ajenos de forma que sus pobres víctimas se dedican a alimentar a pajarillos que no son suyos. Otros insectos también tienen comportamientos parasitarios, pero ninguno se comporta como estos bichos con aguijón.