No lleva ketchup ni mayonesa porque el sabor de su carne es insuperable. Se trata de la que podría convertirse en la hamburguesa más cara del mundo: La vende un restaurante español por 102 dólares y está hecha con buey de Kobe, unos animales a los que se cría con cerveza y masajes.La exquisitez de los ingredientes justifica el precio de la hamburguesa, que supera a la que hasta ahora ostentaba el récord Guinness: la ofrece un establecimiento de Nueva York por 69 dólares, aunque el mismo lugar dispone de una versión doble de 120 dólares. ¿Quién se llevará la recompensa?Un restaurante español , el Restaurante ‘Estik’ de Madrid, incluye en su carta una hamburguesa que cuesta nada más y nada menos que 85 Euros que al cambio da127 dólares.
La culpa de este precio tan elevado la tiene la carne de buey de Kobe con la que se cocina, la más exquisita.
Los dueños del restaurante esperan entrar en el libro Guinness de los Récords al superar con su creación el precio de la hasta ahora considerada la hamburguesa más cara del mundo, que se vende en un restaurante de Nueva York por 69 dólares.
A la hamburguesa de Estados Unidos que ostentaba el título de ser la más cara del mundo le ha salido una competidora española y promete ser mucho más jugosa.
Esta nueva hamburguesa no tienen nada que ver con las de los establecimientos de comida rápida: No lleva ketchup ni mayonesa, y su pan tiene semillas de amapola. Pero el ingrediente estrella, por el que se justifica su elevado precio, es la carne.
Bueyes de buena vida
Se trata de buey de Kobe, que recibe su nombre de la ciudad japonesa donde se cría a estos animales.
Su carne es la más costosa y exquisita de todas las que existen, y no es para menos... los bueyes que la producen son criados con todos los lujos imaginables, como cerveza y masajes.
Es muy difícil encontrarla en el mercado, porque sólo se produce para exportarla a Nueva Zelanda, pero el restaurante madrileño Estik, especializado en carnes, decidió incluirla en su carta para elaborar su ya famosa hamburguesa para gourmets.
Para evitar su pérdida de textura y sabor en este establecimiento no pican la carne, sino que la cortan en finísimos filetes y la marcan ligeramente en el fuego.
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